Los festivales de verano, desde que se celebró en 1957 el Potaje Gitano de Utrera, han sido siempre un fiel espejo de la actualidad flamenca y reflejo de la evolución y consolidación de nombres. Desde aquel Antonio Mairena, maestro de maestros y defensor a ultranza de la expresión más pura del cante gitano durante esas décadas de los sesenta y setenta, que recuperó por cierto a algunos desconocidos por el gran público como a Manolito de María o Tía Juana la del Pipa (bailaora), y hasta el momento, cada época ha disfrutado de sus grandes nombres encabezando carteles.
Los que hace dos décadas empezaban con fuerza y empuje, caso de Jesús Méndez, Antonio Reyes(unos años antes que el resto), Rancapino Chico, Pedro El Granaíno o Miguel de Tena, ahora ya son fijos en los principales programas del verano, así como del resto del año, pero hay que destacar la llegada de sonados nombres que han conquistado a las nuevas generaciones y que van ocupando lugares privilegiados en esos carteles de renombre.
Si en su día fueron La Paquera de Jerez, Fernanda y Bernarda, Camarón, Lebrijano, Turronero, Juanito Villar, Pansequito o La Revuelo… algunos de los agitadores de esos años marcados por la llegada de la democracia, ahora son otros como María Terremoto o Israel Fernández los que mueven masas y hasta disfrutan de dobletes.
No son los dos únicos que destacan de la nueva hornada (la última que ha salido),por ello habría que sumar a una Reyes Carrasco en formidable estado, al chipionero Samuel Serrano, que sigue con tesón su camino, Anabel Valencia, que se ha consolidado en las últimas temporadas como otra indispensable de escenarios históricos, o Lela Soto Sordera, con un peso especial como representante de una saga indispensable del cante de Jerez.
Y nada ocurre por casualidad. Los nombres que anteriormente se han mencionado tienen atrás a personas que dedican sus horas de trabajo a que su artista destaque y crezca. Es el caso de Hugo Pérez, de enflamenco producciones, a quien habría que mencionar por conseguir una de las agendas más prolíficas del momento para sus artistas, o sea, María Terremoto y Anabel Valencia, sin contar con otras producciones de altura con otras “estrellas” como Manuela Carrasco en algunos casos. Reconoce una y otra vez, en conversaciones, entrevistas o redes sociales, que “hay que levantarse muy temprano para empezar a trabajar, las contrataciones no te llegan solas”. El sevillano, además, piensa en el futuro y en grandes proyectos personales como la dirección de la Bienal de Sevilla, especie de objetivo a cumplir y a la que a veces ha criticado por no contar con los grandes maestros del flamenco vivo. No obstante, María Terremotoestará presente en esta XXII edición, el 13 de septiembre, tras haber pasado como se prevé por más de treinta festivales en los meses de julio y agosto. Una de esas citas importantes será la de 25 de junio en Utrera, en ese Potaje dedicado en esta edición a María Jiménez. Desde que hace dos años se hizo cargo de la carrera de Anabel Valencia, la de Lebrija no ha dejado de superarse en números, llegando a contar por veinte sus apariciones para los dos meses fuertes de verano.
Dos mujeres que comparten escenarios con otras que están en un gran momento como La Macanita, con más de treinta años en los escenarios, o Esperanza Fernández, que con su Se prohíbe el cante, ha vuelto a adueñarse de importantes plazas. Otra de esas voces juveniles con impronta y que sigue ganando enteros es la de Lela Soto Sordera, representada por Rufo, quien está viviendo sus mejores años junto a Israel Fernández, rompedor de récords. El toledano cuenta por decenas sus fechas para el verano, siendo junto a María los más reclamados de la actualidad.
Israel estará en el Encuentro Internacional de Paco de Lucía en Algeciras, como también lo hará Lela Soto, para abrir el mes de julio y la temporada. Pasará luego por el Gazpacho de Morón, la Caracolá de Lebrija, Tío Pepe Festival de Jerez… entre otros lugares.
Reyes Carrasco es la más joven de las jóvenes. Esta temporada tiene festivales tan importantes como el de Ojén, homenaje a La Cañeta de Málaga, compartiendo cartel con los ya consagrados Granaíno, Rancapino Chico y Antonio Reyes. La de Los Palacios estará antes en Zalamea la Real o en el Festival Internacional de Cante de las Minas.
José de la Tomasa, José El Berenjeno, Alonso El Purili, El Boleco o un aplaudido Juanfran Carrasco… son otros nombres que van metiendo la cabeza en los festivales aunque no es nada fácil. Es de justicia comentar que los públicos quieren escuchar a los que ya conocen y saben que les gusta, quizás para descubrir estén las peñas flamencas en otoño o invierno así como los programas televisivos que te lo llevan a casa. Tampoco está de más reconocer que existe una “pequeña gran familia” a la que cualquier artista quisiera pertenecer porque te abre muchas puertas con programadores y ayuntamientos. Dicho esto, quizás no están todos los que son pero sí son todos los que están.
El flamenco sigue estando vivo, con nombres propios y carreras que no sólo hacen disfrutar a los aficionados ya reconocidos sino que, además, llevan a las plazas de toros, plazas de los pueblos o patios de colegios a los más jóvenes que encuentran en ellos el camino más cómodo para conocer a las leyendas que se fueron.