En plena campaña electoral andaluza, el primer cara a cara en el Senado entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, marca una semana parlamentaria en la que el presidente también comparecerá en el Congreso para informar de las nuevas relaciones con Marruecos.
Feijóo y Sánchez debatirán por vez primera en la sesión de control de la Cámara Alta, a partir de las cuatro de la tarde, si bien el jefe de la oposición y senador por Galicia seguramente estará antes en el hemiciclo porque esa mañana el pleno debate dos leyes sobre rehabilitación de edificios y calidad de la arquitectura.
Será la primera ocasión en que el presidente del PP tome la palabra en el Parlamento nacional, y para su estreno Feijóo ha escogido una pregunta de carácter económico, ya que pretende que Sánchez le aclare si su Gobierno "está a la altura de las necesidades de las familias españolas".
Dispondrá de siete minutos, entre su pregunta y la réplica, para su duelo dialéctico con Sánchez, quien contará con el mismo tiempo para contestarle y cerrar un debate de casi quince minutos, más amplio que los que tienen lugar en las sesiones de control del Congreso, limitados a cinco minutos entre pregunta y respuesta.
Con las buenas expectativas que las encuestas dan a Juanma Moreno, candidato al PP para revalidar la Presidencia de la Junta de Andalucía, el esperado enfrentamiento entre el presidente del Gobierno y el representante del principal partido de la oposición podrá ir más allá de la formulación económica de la pregunta.
Pedro Sánchez deberá responder además a otras dos cuestiones en la sesión de control del Senado, en concreto a una pregunta de la portavoz de ERC, Mirella Cortès, sobre la falta de ejecución presupuestaria en Cataluña, y otra de la portavoz del PNV, Estefanía Beltrán de Heredia, sobre indemnizaciones a víctimas de los grupos armados de la "guerra sucia" contra ETA.
Al día siguiente, el presidente acudirá al pleno del Congreso para explicar el nuevo estatus de las relaciones de España con Marruecos y su impacto respecto a Argelia, asunto objeto de críticas del PP porque considera que peligra el suministro de gas procedente de este país.
También dará cuenta Sánchez el miércoles de las conclusiones del último Consejo Europeo, del que se ha mostrado especialmente satisfecho porque entiende que se aceptaron los planteamientos españoles en materia energética.
Tras esta comparecencia se celebrará la sesión de control del Congreso, donde volverán a la palestra algunos de los asuntos políticos que más polémica han suscitado en la última semana, como el rechazo de Podemos, socio del PSOE en el Gobierno, a la cumbre de la OTAN o la polémica por la negativa de la Generalitat a admitir que se imparta un 25 por ciento de clases en castellano en Cataluña.
El PP, además de interesarse por esta cuestión, defenderá una proposición no de ley para "garantizar de manera efectiva e inmediata" el derecho de todos los alumnos a utilizar el castellano como lengua vehicular en los colegios catalanes.
Macarena Olona, candidata de Vox a la Presidencia de la Junta de Andalucía, ya no preguntará en esta sesión, y en su lugar lo hará la nueva portavoz adjunta de este grupo, Inés Cañizares, con una cuestión para la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz,
La parte legislativa del pleno del Congreso, que se celebra de martes a jueves, incluye la toma en consideración de una iniciativa del grupo socialista para prohibir la prostitución que Podemos no ve con buenos ojos.
Igualmente se aprobará el dictamen de los planes de pensiones de empresa, si bien un error del PSOE en comisión permitió que Podemos introdujera enmiendas que el grupo socialista pretende eliminar en el pleno mediante un voto particular que se votará el jueves.
La aprobación definitiva de la norma que derogará el voto rogado para facilitar el derecho al voto de los españoles residentes en el extranjero será también avalada por el Congreso esta semana y muy posiblemente por unanimidad, ya que la reforma ha logrado un amplio consenso.