Los familiares del Villa de Pitanxo, el buque que naufragó hace tres meses en aguas canadienses y se cobró la vida de 21 marineros, han instado al patrón del mismo y a su sobrino --dos de los supervivientes-- a "dejar de mentir", ya que "la verdad se va a saber".
"Aún están a tiempo de decir la verdad, los dos, y no contar más mentiras. La verdad se va a acabar sabiendo porque los 21 fallecidos tienen detrás a familia, amigos y a toda la gente del mar, que seguirán insistiendo para que se investigue", ha comentado María José Do Pazo, portavoz del grupo.
Así se ha expresado este sábado en las inmediaciones del Náutico de Vigo, donde allegados de los desaparecidos y fallecidos en el naufragio se han concentrado para denunciar que el Gobierno central envíe un buque a la zona del naufragio para realizar prospecciones pesqueras y no vaya a bajar al pecio, "que si se puede hacer".
Las declaraciones estaban previstas en otro lugar cercano, donde permanecía atracado el buque oceanográfico 'Vizconde de Eza', pero "tras cambiar de ubicación el barco durante la noche", los familiares decidieron modificar también el lugar de las declaraciones.
Do Pazo se ha referido a las dos versiones que dio el patrón del Pitanxo sobre las causas del hundimiento, recogidas por La Voz de Galicia. "Sí es cierto lo que dice. Las pesquisas de la Guardia Civil corroboran que en el Playa de Menduiña --el buque que los recogió-- el patrón explicó una versión distinta a la posterior sobre la parada del motor", ha asegurado.
Sobre si espera alguna imputación tras las declaraciones de los investigados en la Audiencia Nacional, Do Pazo afirma "confiar en que se haga justicia". Insiste así en que digan la verdad. "No lo van a poder tapar. Les pido que reflexionen. Va a ser peor si cuentan mentiras", ha señalado.
Los familiares inciden en que no van a "dejar que ganen la cobardía y las mentiras". "No se puede permitir que un siniestro de esta magnitud no se investigue", han comentado.
Por último, Do Pazo ha confirmado que el atestado con las últimas investigaciones de la Guardia Civil de Pontevedra "da la razón a los familiares", y a los expertos que con ellos colaboran, y ve "delitos imputables, indicios claros de 21 homicidios imprudentes", tal y como ellos denunciaron en la querella interpuesta la semana pasada contra el patrón, su sobrino y la armadora.