El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha opinado este martes que bajar los impuestos de los carburantes, de la luz o del gas para paliar la actual coyuntura no es "una medida útil" y ha asegurado que el Gobierno "está haciendo todo lo posible" ante un "problema de gran magnitud" que afecta tanto a Europa como al resto de socios comunitarios.
Garzón ha respondido así en el Senado a una interpelación del PP que en la que se reclama al Ejecutivo que "actúe con celeridad" y "cuanto antes" frente a "subidas desorbitadas" de la inflación y ante el aumento de la pobreza energética en España, una situación que los populares recriminan que afecta a todos los consumidores y pone "con el agua en el cuello", principalmente, a familias vulnerables.
La senadora del PP, Paloma Sanz, ha instado a Garzón y al Gobierno a que se "dejen de análisis" y pongan en marcha medidas como "bajar los impuestos" -no solo de carburantes, luz o gas- para "restablecer los derechos" de los ciudadanos y le ha preguntado si el Ejecutivo retrasa hasta el 29 de marzo las medidas con el fin de "recaudar más" durante este período.
Garzón le ha respondido que bajar los impuestos no es la solución que vaya a contrarrestar el aumento de la inflación -agravada con la "invasión imperialista de Rusia en Ucrania", ha dicho- y ha defendido la actuación del Gobierno en materia económica con políticas "útiles", al tiempo que ha abogado por "una intervención fiscal precisa", que, entre otras cuestiones, grave más "a los oligopolios" o el aumento de los bonos sociales.
Ha explicado que la actual coyuntura económica "es un fenómeno complejo" que requiere "respuestas inequívocas" que nada tienen que ver con "bajar impuestos", porque dicho planteamiento, en términos de economía, "no es del todo riguroso", ha zanjado.
Así, ha afirmado que el mercado energético "es un oligopolio de demanda inelástica" y ha puesto como ejemplo que cuando baja el coste del barril de petróleo, eso no se traduce en un descenso en el precio de los carburantes, pero que cuando aumenta, sí, lo que demuestra que es un mercado para que "unas pocas empresas" incrementen "su margen de beneficios".
Garzón ha insistido en rechazar una bajada de impuestos por "una razón ética", ya que se perdería en Sanidad o Educación, pero sí ha lanzado el mensaje de que urge "actuar con celeridad para cortar las alas al proceso inflacionario" en medio de "un escenario de incertidumbre" para que no suponga un mayor coste en todos los sentidos para los ciudadanos.
El ministro también ha apelado a "fortalecer la negociación colectiva" entre sindicatos y agentes sociales para que los ciudadanos no pierdan poder adquisitivo por culpa de "empresas oligopólicas que amansan grandes beneficios" y ha remarcado que la UE no puede permitir que el sistema energético "sea marginalista" con un mercado del gas que determine el de otras energías limpias como las renovables "mientras las familias empobrecen".
