El personal de operación del Tranvía de la Bahía de Cádiz, compuesto por más de 50 conductores, operadores de Puesto de Control Central (reguladores) e interventores, se ha incorporado ya al edificio de Talleres y Cocheras del Polígono de Pelagatos, en Chiclana de la Frontera, para abordar la fase de reciclaje, en el marco del contrato de Pre-explotación y Organización del Servicio, suscrito entre la Agencia de Obra Pública y Renfe Viajeros el pasado 17 de enero.
Dicho contrato dará cobertura al desarrollo de las pruebas dinámicas finales del tranvía, que anteceden a la puesta en servicio comercial, así como a otras cuestiones, como la implantación de todos los procedimientos propios del operador ferroviario estatal, la coordinación operacional del mantenimiento, la gestión de la seguridad operativa, así como el ajuste y optimización de los escenarios de explotación.
La incorporación de este personal reclutado por Renfe, que ya recibió la formación teórica y práctica entre 2020 y 2021, permitirá contar con los recursos humanos necesarios para llevar a cabo la fase de pruebas dinámicas finales, que se divide en las marchas en blanco y simulaciones comerciales, así como la extensión de dichas pruebas a la totalidad de los 10 kilómetros de la línea férrea Sevilla-Cádiz (entre Río Arillo y la estación término de ferrocarril de la Plaza de Sevilla, en Cádiz capital), que el tranvía compartirá con los servicios ferroviarios convencionales y de altas prestaciones operados también por Renfe.
Hasta la fecha, las pruebas con unidades del tranvía por la Red Ferroviaria de Interés General, en horario nocturno, se acotaron hasta la estación de Cortadura, es decir, circulando por seis de los diez kilómetros del tramo ferroviario común al tranvía y a los servicios ferroviarios convencionales y altas prestaciones. Igualmente, dentro del alcance de esta fase de pre-explotación, se abordarán también las pruebas de robustez, que consisten en someter a las unidades del tranvía a situaciones más críticas o de incidencias.
Este personal ha empezado hoy a retomar las prácticas de regulación en el Puesto de Control Central y de la conducción de las unidades del ferrocarril metropolitano de la Bahía de Cádiz, que en las próximas semanas se irán intensificando para completar el proceso de reciclaje, previo a abordar las pruebas finales del tranvía.
Igualmente, este contrato de preexplotación, que tienen un presupuesto de 4,27 millones de euros, incluye la adaptación de los medios, procedimientos y normativas a los resultados de las pruebas dinámicas, una vez se hayan desarrollado en su totalidad dichos ensayos antes descritos. También se da cobertura a la gestión de la seguridad y protección de la infraestructura, gestión de la seguridad operativa, coordinación operación del mantenimiento, cuyos contratos ya están formalizados y en curso y, en general, todas las actividades propias del operador de la línea previa al inicio de la operación comercial.
El tranvía de la Bahía de Cádiz, cofinanciado con fondos Feder de la Unión Europea, consta de un trazado de 24 kilómetros entre Chiclana y Cádiz, incluido el aprovechamiento de la vía ferroviaria entre el Nudo de la Ardila/Río Arillo, en la salida de San Fernando, y la estación central de ferrocarriles de Cádiz capital, que suma más de diez kilómetros de trazado compartido. En su recorrido dispone de 21 paradas, de las que cinco corresponden a las estaciones de Cercanías de Cádiz capital. La población servida del tranvía, es decir, los potenciales usuarios, asciende a los 234.000 habitantes que viven en el radio de influencia de estas paradas.