Al menos ocho personas, entre ellas dos niños, murieron y otras 26 resultaron heridas este miércoles por disparos de artillería efectuados por las fuerzas gubernamentales sirias en la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El ataque se produjo a primera hora de la mañana en la localidad de Ariha "mientras los menores se dirigían a sus escuelas y los adultos a trabajar", explicó en un comunicado el Observatorio, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Según la nota, varios de los heridos están en estado "grave", por lo que el número de muertos podría aumentar en las próximas horas.
Los disparos de artillería se produjeron después de que la aviación rusa, país aliado de Damasco, retomase ayer tras una semana sin bombardeos sus acciones contra la zona del Monte Al Zawya, también en Idlib y donde atacaron una posición militar de Turquía, valedora de la oposición.
En marzo de 2020, Ankara y Moscú pactaron con considerable éxito un cese de hostilidades en Idlib y establecieron una franja de seguridad para patrullar conjuntamente, si bien los bombardeos y ataques continuaron con menos intensidad en puntos meridionales de la región y otras áreas cercanas.
A finales del pasado septiembre, los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, debatieron sobre Siria en su primer encuentro desde el inicio de la pandemia del coronavirus, lo que ha hecho surgir rumores sobre el posible lanzamiento de un gran asalto inminente a Idlib por parte de Damasco.
Las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, habrían estado enviando refuerzos a la provincia, mientras las turcas y sus milicias aliadas han intensificado sus acciones militares en el noreste de Siria, en manos de fuerzas kurdosirias que Ankara considera terroristas.
Idlib está dominado principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, en el que se incluye la exfilial siria de la red terrorista Al Qaeda.
